La cuantificación de cantidades de obra (cubicación, cómputos) es una tarea fundamental en los costos de construcción.
El siguiente artículo es adaptación de AyC de una nota del Boletín de Arquitectura tomado de arq.com.mx
Si la cuantificación de una obra tiene 10% de error, el presupuesto tendrá cuando menos 10% de error. Entonces, si se sobrestiman los costos en un presupuesto, se perderá muy probablemente el concurso; si por el contrario se subestiman, se perderá dinero.
Es por eso que muchos autores consideran al departamento de presupuestos de obra como el corazón de una constructora, ya que es el órgano que bombea la sangre al resto del organismo.
Pero la tarea de cuantificación es pre-requisito y tanto o más importante que la de estimación de costos.
Lamentablemente la cuantificación tiene muchas complicaciones para lograr ser precisa. Por ejemplo: es terriblemente aburrida, necesita una infinidad de cálculos, y los subtotales en la suma se omiten o duplican con facilidad.
Es por ello que debemos tener presente que en la medida que el trabajo de cuantificación se estandarice, los errores disminuirán.
¿Para qué sirve la cuantificación de obra?
Es una actividad que persigue tres objetivos concretos y diferentes en varias etapas de la obra:
1. Determinar la cantidad de materiales necesarios para ejecutar la construcción.
2. Esa cantidad posteriormente servirá para establecer el costo total de la construcción del proyecto y el de cada una de sus conceptos de trabajo.
3. Se necesita cuantificar los conceptos de trabajo para establecer los avances de obra con fines de pago por obra ejecutada.
La primera cuantificación es la que se realiza antes del arranque de la construcción de la obra, sobre los planos y el resto de la documentación para calcular un presupuesto final.
Errores comunes en la cuantificación
Error Nº1: No conocer los procesos constructivos que se usarán.
El candidato ideal para la cuantificación de una obra es aquella persona que ha acumulado suficiente experiencia tanto en obra como en gabinete y posee un “instinto” particular para hacer cuantificaciones correctas.
La falta de conocimiento del proceso constructivo puede ocasionar muchos errores significativos en el cálculo de cada concepto que posteriormente afectarán el presupuesto.
Error Nº2: No estudiar el proyecto y su documentación.
Para tener una visión clara del proceso de construcción del proyecto es indispensable el estudio de toda la documentación disponible del proyecto.
Por consiguiente los documentos mínimos indispensables son:
• Planos definitivos de obra: Plantas, cortes, fachadas.
• Planos estructurales.
• Planos de detalles.
• Planos de instalaciones.
• Especificaciones.
• Conceptos de trabajo del presupuesto a cuantificar.
El trabajo de estudio de la documentación, también sirve para detectar discrepancias entre los planos, detalles y requerimientos del proyecto, y poder tomar decisiones anticipadas sobre cuál documento tendrá prevalencia para la cuantificación.
Error Nº3: No conocer las unidades de medida de cada rubro. Por ejemplo:
• El metro lineal se usa para medir: zócalos, cornisas viguetas, etc.
• El metro cuadrado (m2) se usa para pisos, acabados, muros, techos, etc.
• La medición por volumen se usa para movimiento de tierra, en el concreto, arena, etc.
• La medición por pesos se usa para el acero y perfiles laminados.
• Elementos unitarios se usan para elementos prefabricados, accesorios, etc.
• El precio alzado se usa para casos difíciles de calcular previo a su elaboración.
Error Nº4: No medir con exactitud.
Dentro de los límites razonables de tolerancia se debe de lograr un alto grado de exactitud, especialmente cuando el material que se está cuantificando es muy costoso.
Por ejemplo no es lo mismo un error de 1 m2 en la medición de un acabado con pintura que 1 m2 de un piso de mármol.
Al respecto también hay que considerar el redondeo. Cualquiera sea el método de redondeo que se usará, se debe establecer por adelantado la cantidad de dígitos que han de conservarse. Cada participante debe respetar esta regla, pues facilitará la revisión de números al evitar diferencias marginales.
Error Nº5: Dos o más personas cuantificando el mismo concepto.
La aritmética de las hojas de cálculo las debe hacer una sola persona ya que se ha comprobado que, cuando se trabaja en pareja, por ejemplo uno dictando y otro haciendo operaciones, se incrementa la cantidad de errores. Esto no quiere decir que todo el trabajo de cuantificación de una obra la debe de realizar una sola persona, más bien, se debe distribuir los paquetes de conceptos a cuantificar, entre todas las personas que participan.
Error Nº6: No poner datos suficientes en cada hoja de cálculo.
Los generadores son parte esencial del contrato de obra y por lo tanto deben de ser bien detallados, con constancia de todas las operaciones para facilitar su posterior revisión, corrección y/o modificación.
Es importante en cada hoja de cuantificación indicar en los títulos de columnas:
• El plano de referencia.
• La ubicación del elemento (Ejes).
• El nombre del cuantificador y del supervisor.
• La fecha de cálculo.
• El número de página.
• En las cuentas, los términos aditivos y deductivos.
• Esquemas de cálculo que faciliten el entendimiento.
De la misma forma llevar buenos generadores ayuda a disminuir la necesidad de repetir operaciones y mediciones de elementos entre sí. Por ejemplo: La superficie de los pisos es igual a la de los plafones dentro de la misma planta si ésta no tiene desniveles.
Error Nº7: No usar el orden recomendado para mediciones.
La técnica habitual de cuantificación recomienda seguir una secuencia ordenada:
1. Calcular el total de superficie cubierta.
2. Calcular perímetros y superficies de cada área para usarlos en las tareas que lo requieran.
3. Contar con una lista o catálogo de conceptos a cuantificar.
4. Definir las unidades de medida que corresponden a cada concepto, material o unidad de construcción.
5. Obtener la información de las características de los materiales a emplear: Dimensión, peso, rendimiento, comportamiento físico, su envase, forma de comercialización y de entrega, tiempos de entrega, fletes.
6. Tener actualizado un folleto técnico y comercial de los materiales o tener ubicadas las direcciones en internet para facilitar su consulta.
7. Realizar el despiece de los rubros que se han establecido, junto con sus partidas, con planos de detalle, determinado los materiales que conforman cada uno y su cantidad en las unidades correspondientes.
Error Nº8: No conocer la normatividad aplicable
El proceso de medición siempre tiene que adaptarse a ciertas normas que deben de ser definidas antes de iniciar el trabajo. Pueden variar según su procedencia, pueden ser: Normas de organismos públicos, normas de cámaras de construcción o alguna institución privada.
Si no existe una norma en el país o en la institución en la que se trabaja, se recomienda basarse en normas existentes de otros organismos, para comenzar a crear una norma interna. Esta información ahorrará mucho tiempo de capacitación y comunicación entre los miembros de una empresa constructora.
Error Nº9: No concentrarse en lo que es relevante
En la cuantificación del proyecto es útil usar herramientas como el principio de Pareto. La Ley de Pareto observa que el 20% del esfuerzo genera el 80% de los resultados.
Al trasladar este principio a la cuantificación de obra se puede decir que todos los conceptos o tareas a cuantificar no son iguales en importancia y que se debería tener más atención en el 20% de las mediciones que más pueden afectar el presupuesto final.
Error Nº10: No usar programas para facilitar el trabajo.
En la actualidad es común aceptar presupuestos con cuantificación usando procesos digitales.
La herramienta más común, pero no la ideal, es el programa de Microsoft, Excel, ya que permite usar un gran número de fórmulas y macros para obtener más rápido las Volumetrías. Se disminuye mucho el trabajo si solamente se capturan datos como largo, ancho y alto en cada concepto puede ahorrar mucho tiempo.
Pero si se quiere ahorrar más tiempo y evitar errores de captura entre varias aplicaciones, es conveniente investigar si el programa que se usa para la realización de los presupuestos tiene alguna herramienta complementaria para la cuantificación.
Por ejemplo Opus y Neodata cuentan con un cuantificador manual que funciona capturando largo, ancho, alto, cantidad. También tienen una aplicación para cuantificar desde AutoCAD.
La ventaja de usar aplicaciones y herramientas ya integradas es que con cada modificación se actualizan todos los datos sin necesidad de volver a capturar toda la información.
Nota original: https://arq.com.mx/
Guillermo ezequiel Telechea dice
Muy buen artículo, súper útil y recomendable