Hace ya algún tiempo publicamos una serie de notas, escritas especialmente para “A y C” (Arquitectura y Construcción) sobre este mismo tema. En esa oportunidad, con ejemplos concretos, nos referíamos a viviendas levantadas en el Noroeste Argentino. El paso del tiempo y la necesidad de pensar en nuevos métodos de construcción, pensando en la ecología, hace que siempre haya algo nuevo para decir con relación a la construcción orgánica. El mundo no puede ser ajeno a eso.
Los arquitectos Susanne Körner y Tilman Schäberle decidieron construir su casa haciendo uso de materiales alternativos y evitando, en la medida posible, los recursos tradicionales. ¿Cuál fue su ingrediente principal? Nada menos que fardos de paja.
Actualmente pocos lo saben, pero la paja “no sólo sirve como material aislante, sino también como parte constitutiva de una pared”, explica Schäberle. Su casa es un excelente ejemplo: las paredes que se encuentran en medio de las estructuras fundamentales, que son de madera, son de fardos.
Para Schäberle la ecología también fue un factor decisivo. “De todos los materiales de construcción, la paja es la que precisa el menor uso de energía primaria. Sólo necesita el combustible del tractor y el trabajo de los campesinos.” Además, continúa el especialista, “dadas sus características y la baja presencia de contaminación, genera un clima mucho más agradable en el interior de la casa”.
Para las partes estructurales el material elegido fue la madera, mientras que parte de las paredes del interior fueron hechas en base a barro, que absorbe la humedad del ambiente y la vuelve a liberar cuando el clima es seco.
Para el techo se puede optar por ripias de madera o por juncos, y el cáñamo, el lino, la lana, las fibras de madera y la paja pueden servir como aislantes, si bien los ingenieros sostienen que la calidad de aislamiento que ofrecen estos materiales no llega a igualar la de los materiales tradicionales como el poliestireno, un dato a tener en cuenta particularmente en zonas frías.
Sin embargo, el balance general de una vivienda construida con elementos ecológicos no suele diferenciarse mucho del balance de una construcción tradicional, ya que las materias primas renovables ofrecen otras ventajas. Una de ellas es que contienen la humedad sin perder capacidad de aislamiento. Además, su capacidad de capturar CO2 es fundamental para el medio ambiente.
Sin embargo y pese a todos estos puntos a favor, es imposible no utilizar algo de materiales tradicionales, que hacen aparición en particular en los sectores que tienen contacto con la tierra. Por ejemplo, la base de toda casa suele ser de hormigón.
Por otra parte, para el techo Schäberle consideró que la mejor opción era tomar tejas, que no son del todo perjudiciales desde el punto de vista ecológico porque, si se las coloca bien, permiten prescindir de los folios aislantes.
Lo principal, opina Schäberle, es contar con la ayuda de personal especializado en este tipo de propuestas, ya que si no se trabaja con precisión puede que al final haya que recurrir a los elementos de siempre.
La madera y la paja, ¿presentan un mayor riesgo de incendio? La respuesta es un rotundo “no”. Según diversos estudios llevados a cabo, el riesgo de que se produzca un incendio por una construcción de materias primas renovables no es mayor al registrado en los edificios tradicionales.
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