El desafío fue poder realizar dentro de la misma superficie, y respetando su estructura, un complejo de oficinas y locales comerciales, con una distribución ordenada y con buenas conexiones entre sí. Se respetaron también las zonas de baños donde se ubicaron los núcleos sanitarios.
En la planta baja había además una amplia galería hacia el Este, con techo inclinado de losa de hormigón armado. En esa galería se consiguió distribuir oficinas en la planta baja y, haciendo un relleno sobra la cubierta, también oficinas en planta alta, aumentando la superficie original en 112 m2.
En total, entre locales y oficinas, se lograron 22 unidades con cómodos pasillos de circulación y con buenas vistas hacia el exterior.
Se cuidó permanentemente el detalle de la transparencia entre interior y exterior, mediante grandes paños vidriados, realizados con carpintería de aluminio pintado, cuidando además las proporciones adecuadas para conseguir un frente armónico. Para ello se restituyó la imagen de los viejos arcos por grandes encuadres ortogonales consiguiendo acentuar el carácter comercial del complejo.
Se agregaron además grandes aleros frontales construidos con hierro y policarbonato para proteger toda la zona de acceso, dándole a esta área, por la forma de diseño y emplazamiento, un carácter utilitario, acompañando y enfatizando perfectamente la ortogonalidad del volumen.
La diferencia de nivel entre la vereda y el basamento de este complejo permitió hacer una generosa terraza que jerarquiza toda el área de acceso, produciendo además una mejora en la perspectiva y visión del conjunto.
Se buscó también incorporar a la obra elementos y materiales regionales, ubicándolos de tal manera que acompañen a toda la composición. Para ello se hizo un gran muro de 64 m2 que se encastra y que logra estar a escala del volumen del complejo. Construido y revestido con piedras bolas de la zona, se consiguió transmitir un carácter tectónico y a la vez disonante que equilibra y se convierte en un punto de interés en toda la composición.
En el frente conviven locales y accesos, dándole a estos últimos una doble altura para marcar su ubicación y función.
Los grandes paños vidriados están enmarcados por carpintería de aluminio color blanco. Éstas se destacan muy bien con los colores utilizados, en una paleta dentro de una gama neutra y que también armoniza con la piedra y con el verde, presente permanentemente en la naturaleza de Yerba Buena.
Este complejo cuenta con playa de estacionamiento propio.
Se cuidó de hacer una buena iluminación exterior que realce los volúmenes y zonas del conjunto.
F. A. Caso Matta
(Arquitecto – Mat. Prof. 31454)
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