El Ayuntamiento decidió sacarlo a la luz, incorporarlo a un recinto que recibe todos los años cientos de miles de visitantes, pero padece de graves problemas de espacio. Arquitectos y arqueólogos han podido confirmar que en las casas 2, 8 y 9 se encuentran los restos del palacio original del Alcázar.
El carbono 14 ha confirmado que los restos hallados, entre los que se encuentran dos arcos, son vestigios del siglo XI y se corresponden con el lugar donde el rey poeta Al Mutamid escribía sus bellas canciones de amor a Itimad, una muchacha a la que todos conocían como la Rumaikiyya, porque era la esclava del muletero Rumiac.
El Ayuntamiento está dispuesto a comprar las casas a Hacienda, que es su propietario desde la República.
El descubrimiento de lo que es el primitivo palacio musulmán, sobre el que Pedro I el Cruel edificaría luego el Alcázar cristiano, se produjo en el año 2014, pero la confirmación definitiva se conoció años más tarde, fruto del trabajo del arqueólogo Miguel Ángel Tabales. Durante mil años el palacio de Al Mutamid estuvo oculto detrás de los muros de las casas del Patio de Banderas, en la actualidad propiedad de Patrimonio Histórico, un organismo dependiente del Ministerio de Hacienda.
“Aunque las dimensiones originales del edificio superan con mucho los límites de las casas, es de sumo interés que se puedan incluir en la visita y el discurso histórico del Alcázar”, señaló Isabel Rodríguez, directora deese espacio cultural. La conservación de las estructuras descubiertas es muy buena, con al menos dos arcos de herradura enmarcados por un alfiz en el que se pueden observar ricas policromías de tonos naranja y rojizo, así como motivos vegetales, geométricos y epigráficos.
Los estudios continúan porque, lo que en otros casos resultaría insignificante, aquí es esencial para determinar su fecha de construcción, que se corresponde con un momento convulso de la ciudad donde se produjeron acontecimientos muy importantes, como el reinado y la caída de Al Mutamid y la conquista y consolidación almorávide. La fecha confirmaría si la construcción corresponde a la iniciativa de un rey procedente de la refinada dinastía abadí, o a la de un simple gobernador almorávide.
El Ayuntamiento pagaría 2,5 millones de euros a Hacienda para hacerse con la propiedad de las casas y convertirlas en un centro de interpretación del Alcázar, además de utilizar ese espacio como punto de venta de entradas y consigna. Cada día se forman grandes colas para entrar en un recinto que tiene un grave déficit de espacio para poder atender los aspectos más burocráticos.
¿Por qué esas casas pertenecen a Hacienda? La historia se remonta a 1931, cuando el presidente de la Segunda República Alcalá Zamora regala el Alcázar a la ciudad, pero se queda con las casas del Patio de Banderas, que proporcionaban pingües beneficios, ya que se alquilaban para que vivieran grandes personalidades de la ciudad. Ahora las cosas han cambiado. El Alcázar proporciona grandes beneficios y las casas mantienen las rentas antiguas, por lo que Hacienda las quiere vender. Solucionado este problema, el Consistorio ha conseguido que el primitivo palacio de Al Mutamid se incorpore plenamente al Alcázar sevillano.
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Las casas mantienen importantes estructuras recuperadas como su salón principal, dotado de sendas estancias precedidas por arcos geminados decorados con ricas policromías, o su cubierta, ornamentada con canes de madera tallados cuya recuperación también fue posible.
Se conserva también parte de la muralla original del propio Alcázar y alguna de sus torres, donde se ha podido comprobar el sistema constructivo de torres con cámaras huecas.
por Adolfo S. Ruiz
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