El uso de los drones se difunde exponencialmente: hemos visto como estas “cámaras voladoras” pueden ser utilizadas durante eventos importantes, y cada vez más en sectores de la construcción.
Los drones en la edilicia son un hecho. Se usan cada vez más en las fases de levantamiento de terrenos o edificios existentes, en la inspección de lugares o estructuras inaccesibles, en el monitoreo de obras en construcción.
Pero su uso va más allá: se integran perfectamente en el interior de los procesos BIM, aumentando los niveles de eficiencia durante todo el ciclo de vida de las estructuras.
El rol de los drones en el ciclo de vida de los edificios diseñados con el BIM tiene diferentes fases..
Fase de diseño
En esta fase, el uso de drones en la edilicia ya se ha afianzado fuertemente.
Los mismos se utilizan para el levantamiento de la morfología del terreno, de edificios existentes (incluso de interés histórico o artístico), o para el entero levantamiento de centros habitados.
Un levantamiento realizado con el dron se basa en conceptos clave de la fotogrametría. Se inicia con una serie de fotos tomadas oportunamente con el dron, y luego se recrean las mismas en software adaptados con tecnología llamada SfM (Structure from Motion); es decir, definición de la geometría 3D a partir del movimiento en el cual se toman las fotos.
El resultado es una nube de puntos que permite crear los modelos tridimensionales en malla. Éstos constituyen la base para generar el modelo BIM.
Los levantamientos con drones pueden también integrarse con levantamientos hechos con scanner laser, obteniendo nubes de puntos todavía más precisas y detalladas.
Los drones pueden ofrecer panorámicas precisas y veloces de sitios con grandes dimensiones y áreas de riesgo o de zonas poco accesibles. Hoy es posible obtener modelos tridimensionales de lugares que hasta hace poco tiempo eran inalcanzables.
La gran cantidad de datos recogidos puede ser utilizada para planificar y programar las actividades de construcción; es por esto que se crea un nuevo e interesante sociedad entre drones, BIM y urbanística.
Fase de construcción
Con el pasaje del diseño a la fase de construcción, el rol del dron cambia. En las obras hay innumerables dificultades a afrontar, imprevistos y variables que difícilmente se puedan gestionar; problemática que tales tecnologías pueden tener bajo control.
Los drones pueden usarse para monitorear/controlar la evolución y el estado de la obra durante la construcción. Esto es necesario para verificar la congruencia entre el proyecto y lo construido.
Las fotos y los videos obtenidos por los drones pueden ser cargados sobre plataformas colaborativas BIM, donde se comparten automáticamente entre todos los actores involucrados, en base al grado de autoridad que ellos tengan.
Así se supera una de las mayores dificultades de la gestión de obras: la actualización constante de la documentación, gráfica y fotográfica, durante el progreso del proyecto, y la compartición rápida de tales datos.
Con la introducción de los drones y de las plataformas BIM al sector de la construcción, es posible compartir en tiempo real una serie de tomas aéreas y videos en alta definición, de modo tal que se pueda tener el control total de la obra sin estar físicamente en el lugar.
Una segunda aplicación de los drones en esta fase de las obras tiene que ver con la seguridad.
A través de un monitoreo, que puede ser modificado y por ende automatizado, es posible estudiar, comprender y vigilar los desplazamientos de los obreros y medios en movimiento. Esto permite prevenir eventuales incidentes, evitar interferencias entre los diferentes trabajos y estudiar el aprovisionamiento de la obra de manera óptima.
Fase de gestión de la construcción
Terminada la fase de construcción, es necesario afrontar la fase facility management, que presenta una serie de dificultades y particularidades.
Parece utópico pensar que los responsables de la gestión y mantenimiento de un edificio sean siempre los mismos. El pasaje entre los diferentes operadores puede causar la perdida de información y datos relativos a la construcción, a las intervenciones de mantenimiento efectuadas, inclusive las mismas características del fabricado.
Se pierde, prácticamente, la “memoria del fabricado”, fundamental para su mantenimiento.
El uso del BIM permite tener un modelo actualizado y utilizable en la programación de intervenciones de mantenimiento. Es posible saber la posición exacta de cada instalación o elemento constructivo y también saber con exactitud cuando estos fueron instalados durante la construcción y quien lo ha hecho.
Dentro del modelo BIM pueden archivarse todas las intervenciones de mantenimiento, las fotos, los informes de las inspecciones; de modo tal que se pueda tener un archivo actualizado con todos los datos relativos a todo el ciclo de vida del edificio.
En esta fase, los drones son herramientas ideales para el seguimiento de las inspecciones en total seguridad y distante de partes del edificio difícilmente accesibles.
Fin del ciclo de vida
Los drones también se utilizan para monitorear las fases de desmontaje, demolición y recuperación de los edificios junto a la finalización de su ciclo de vida.
En esta fase, el modelo BIM permite conocer a fondo cada elemento que constituye el fabricado reconociendo las fases de construcción originales, lo que facilita enormemente las fases de desmontaje y demolición.
Conocer en profundidad el fabricado permite además individuar elementos que podrían ser recuperados, o materiales a desechar con mayor cuidado (desechos especiales, sustancias peligrosas, etc.).
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