Los antiguos molinos están ubicados de la ciudad de Jáchal hacia el Norte, a lo largo de la Ruta Provincial Nº 465 (que corre paralela al antiguo Canal del Alto, atravesando Pampa Vieja, Pampa del Chañar y Villa Mercedes, hasta Huerta de Huachi). También los hay en la Villa de Iglesia, sobre la Ruta Provincial Nº 436, a 170 km. de la ciudad de San Juan. Al igual que los molinos aún conservados en los departamentos de Iglesia y de Valle Fértil (“Antiguo Molino de Escobar, o de Iglesia” y ” Viejo Molino de Bella Vista”), el llamado Molinar de Jáchal (“Molino de la Familia Reyes”, “Molino de Santa Teresa, o de Sardiña”, “Molino del Alto, o de los García” y “Viejo Molino de Huaco, o de los Dojorti”) impregna el paisaje rural de la región con la presencia de viejas edificaciones harineras y antiguas casonas de campo, que testimonian el desarrollo económico alcanzado por San Juan a principios del siglo XX, a partir de la importancia de su producción de trigo. Componente fundamental de este sistema productivo a escala regional era el “Canal del Alto”, que permitía el riego y proveía de fuerza a los molinos ubicados a lo largo de su recorrido.
Antiguo molino de Escobar o de Iglesia
Testimonia el éxito de las técnicas constructivas vernaculares que, basadas en el uso de los elementos naturales de los valles cordilleranos de Cuyo, responden exitosamente a la demanda de viviendas y sostenimiento productivos de la población local. El conjunto es de muros de adobe y techos de caña y barro, una de cuyas dos alas acompaña el desnivel del terreno con la caída de agua necesaria para producir su energía.
Viejo molino de Bella Vista
Ubicado en terrenos que fueran de la Estancia del Comandante Francisco Toranzo. Allí, en 1817 acampó la IV División del Ejercito de los Andes, Liderada por el comandante tucumano Juan Manuel Cabot.
Molino de la familia Reyes
Es un complejo edilicio de alto valor ambiental, construido en austeras formas con muros de adobe y techos de caña y barro, en torno a un gran patio con viscos (árbol típico de la región), alrededor del cual se ubican las casas del propietario (la familia Reyes, que aun reside allí), depósitos y otras construcciones anexas, entre las que se destaca la herrería que todavía conserva antiguas herramientas de producción, tales como el soplador de cuero de la fragua. Este molino funcionó hasta 1970 y hoy conserva todas las maquinarias originales junto al canal que proveía la energía para su funcionamiento.
Molino de Santa Teresa, o de Sardiña
Es uno de los conjuntos edilicios más destacados del Molinar, aún en actividad. Fue construido cerca de 1880 por Vicente Güell, un ingeniero llegado de España. A la construcción original fueron agregándose otras, como la habitación para los carreros que debían esperar turno para la molienda. El espacio central del molino, de doble altura, muestra la maquinaria rústica utilizada para mover las “muelas” o piedras que producían la molienda, accionada por una rueda de grandes dimensiones (seis metros de diámetro).
Molino del Alto, o de los García
Verdadera unidad productiva de escala regional, conforma un complejo que contiene la casa del propietario con fachada asimilable a una tipología urbana de estilo italiano, de sobria ornamentación, la casa del molinero y una fábrica de fideos.
Viejo molino de Huaco, o de los Dojorti
Fundado en 1775 por el chileno José María Suárez y Poblete, perteneció desde el siglo XIX a la familia Dojorti, que es la versión criolla del apellido inglés Dougherty (no portuguesa, como se insinúa en algunos textos). El Dougherty original, uno de los prisioneros de las Invasiones Inglesas enviado a San Juan, fue el fundador de la familia. La nave principal del molino, que funcionó hasta 1965, posee una original techumbre con grandes tijerales de madera dura cubierta de caña y barro, apoyada sobre muros de adobe sobredimensionados con fundaciones de piedra. Aún pueden verse en su estado original los mecanismos de transmisión de fuerza de la rueda del molino, que era accionada por una caída de agua, con piezas de algarrobo negro talladas a mano que se lubrican con pella (grasa de vaca). Junto a los depósitos del molino se conservan partes de la casona rural con su patio central, en la que nació y vivió el poeta Eusebio del Jesús Dojorti Rocco, que fuera conocido con el seudónimo de Buenaventura Luna. La mención del molino en su poesía, al igual que en el cancionero tradicional cuyano, ha hecho de este monumento un ícono de la memoria popular de la región.
El 29 de julio de 2006, el viejo molino de Huaco (el que nombra con tanto sentimiento la canción “Vallecito”, himno folclórico de la provincia de San Juan) volvió a funcionar.
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