
La antropología urbana es la rama de la antropología que estudia los procesos socioculturales que ocurren dentro de las ciudades. Ha surgido como consecuencia de las necesidades que el crecimiento poblacional y la expansión de las ciudades han generado. Por esta razón se ha posicionado como una rama de estudio que será fundamental para conocer y analizar nuestra organización social a mediano y largo plazo.
Es un conjunto de investigaciones y estudios que se realiza dentro de los espacios urbanos, a través de una metodología fundamentalmente etnográfica.

Plantea situaciones y aborda temáticas relativamente recientes, que siguen la línea de la tradición sociocultural de la antropología y de las tradiciones más clásicas de la sociología, las cuales se enfocaron en estudiar las instituciones y las relaciones sociales dentro de los procesos de industrialización del siglo XIX.
Entre otras cosas, dichas tradiciones estuvieron fuertemente basadas en una distinción importante de los modos de vida:

* hay asentamientos urbanos
* hay asentamientos rurales (o no-urbanos)
* y los procesos y las relaciones sociales que se establecen en cada uno son también distintos.
Esta disciplina se ha redefinido para observar la relación que existe entre la estructura urbana y sus transformaciones con relación a la riqueza de formas de comportamiento y patrones culturales que se vienen produciendo en el medio urbano en los últimos tres siglos. Observar estos fenómenos es prestar atención a procesos urbanos donde las migraciones internas y el proceso de urbanización han tenido incidencia en la pluralidad de vidas cotidianas y generación de identidades que se desarrollan como cultura urbana en los países con una mirada hacia el siglo XXI.

La distinción entre ciudad y urbe, entre espacio colectivo y espacio público, eje central de su argumento, se complementa con otra distinción, es decir, con la referencia a la polis o espacio político. El triángulo semántico destaca la oposición entre «ciudad planificada» y «ciudad practicada», entre discursos urbanísticos y discursos «urbanos»; es decir, esa codificación alternativa que el usuario hace de la calle, entre la «burocratización, el utilitarismo y la falsa espectacularización de la ciudad» y los «procesos azarosos y aleatorios» que se dan en la calle. Lo urbano emerge, como un espacio socialmente indeterminado al que la ciudad y la polis intentan imponer una determinación social y política, lo que implicaría su transformación en territorio.
La ciudad en la óptica de la antropología es una ciudad con pluri-perspectivas, disputas y conflictos, es una ciudad con un enfoque etnográfico que varía paso a paso:
* el “barrio”,
* la “villa”,
* la “urbanización privada”
Esto nos lleva a repensar lo local y las diversas formas de habitar la ciudad, a conocer la diversidad humana y pensar y diseñar ciudades para todos. La idea lleva consigo una verdadera planificación, proceso que se da a través de un equipo de trabajo interdisciplinario.

Los antropólogos urbanos han perseguido sus objetivos con enfoques ascendentes y descendentes. Las tradiciones de investigación están asentadas en los estudios de la migración, las redes sociales, los barrios, los procesos políticos, los comerciantes y empresarios, las carreras, las relaciones clientelares, las asociaciones de voluntariado, las congregaciones religiosas, las ceremonias públicas, los festivales urbanos, los encuentros burocráticos y los movimientos sociales. Y también lo son los intentos más holísticos de elaborar formas y cualidades del urbanismo, el continuum rural-urbano, los diversos centros urbanos heterogéneo y tradicional, los órdenes sociales regionales y transnacionales, las redes de comercialización, las dimensiones de escala y especialización, el simbolismo espacial y los dominios transculturales de la vida urbana. En definitiva, ha evolucionado tanto la antropología en la ciudad como la ciudad en sí.
Sólo reconociendo y comprendiendo críticamente los procesos de inclusión y exclusión del espacio público, podremos planificar, construir y vivir ciudades más igualitarias y donde todos quepamos. Pero también tenemos que comprender las estrategias de los diferentes agentes sociales y el encuentro entre grupos y sujetos dentro del espacio público, espacio que nunca será entre igual mientras no transformemos las relaciones de poder y la estructura jerárquica de nuestra sociedad.

Por eso, al hablar de la transformación social, hay que pensar que está ligada a la actividad política de la gente, y se manifiesta de diferentes modos:
* un encuentro de amigos en una plaza
* la cotidianidad
* las actividades de la vida diaria
* el trabajo
* la educación
Todo puede tener connotaciones políticas en un contexto político y económico como el actual en el que el espacio urbano está amenazado por distintos procesos, por eso debemos buscar las formas, estrategias y mecanismos para producir y reproducir un espacio donde vivir. Un espacio no reducible a una vivienda o un trabajo, sino que implica servicios, infraestructuras, una educación y un ámbito de socialización donde también manifestar de su descontento y plantear sus alternativas; un espacio desde el que concebir un cambio en el significado y función de la ciudad encaminada al uso y disfrute, a habitarla, y no a la especulación y al beneficio.

Deberíamos ver el espacio público como un proceso siempre en construcción por diferentes agentes con sus distintos intereses y en posiciones de desigualdad de poder. Asumiendo que, en nuestras ciudades neoliberales, se incrementan los esfuerzos por convertirlo en una mercancía más, con la que especular y acumular riqueza, o que puede adquirir en manos de planificadores y administraciones públicas la dimensión de un discurso y/o una práctica que lo convierten en un mecanismo para planificar y ordenar, creando el consenso, eliminando el conflicto y criminalizando la disidencia, apostamos por trabajar las formas en que este espacio público está siendo apropiado, resignificado y definido por la gente para luchar por sus derechos, el acceso a los recursos y decidir en qué ciudad desean vivir.
Mg. Arq. Josefina Ocampo
(Doctoranda en Humanidades
Maestranda en Política y Gobierno)
[…] Fuente: Aycrevista […]