Hace un par de años (con la primera cuarentena y luego con la confirmación de la pandemia) tuvimos que convertir nuestra antigua y acotada publicación en esta revista digital que ha centuplicado su llegada. Ya no es una revista tucumana para tucumanos y ocasionalmente para gente de la construcción en el NOA. Ahora llegamos a todo el país (las suscripciones que tenemos lo confirman) y también a lectores de otros países.
Ayer nomás
En marzo de 1982 salió nuestro primer número. Eran tiempos en las que las buenas intenciones naufragaban a poco de arrancar. Pero nuestra publicación anunciaba la periodicidad mensual, y así fue. Mes a mes desde entonces estamos con ustedes.
Pasaron muchas cosas en estos 40 años, y no sólo gobiernos que nos tuvieron a mal traer.
Pasarán muchas más en los próximos 40; y, por supuesto, con el acompañamiento de ustedes todo será más amable e interesante.
Un poco de historia y de medidas
El tamaño del primer número de “A y C” fue pequeño (16 por 21 centímetros, algo así como medio oficio), tenía apenas 20 páginas y a un solo color. En el Nº2 creció al doble de páginas, hasta llegar a las 64 en el Nº9 ¡y a 2 colores! Todo un logro. El Nº10 marcó lo que sería nuestro verdadero crecimiento físico, nos fuimos a 20 por 28 centímetros, que con pequeñas diferencias es el que se mantiene en la edición digital.
Algunos nombres
El nombre Arquitectura y Construcción (que más que un nombre era la explicación de su contenido) nunca nos agradó. Era largo, era poco imaginativo, era fácil de confundir con otras duplas por el estilo: Arquitectura y Urbanismo, Construcción y Diseño, Parques y Jardines, etc. Todo era posible en quienes nos llamaban por teléfono para decirnos que querían sumar su publicidad a esta publicación que seguía expandiéndose.
Fue un amigo (el arquitecto santiagueño Manuel Gómez, el querido Manolo) quien dio en el clavo: había que simplificar el nombre, acortarlo, trabajar sólo con las siglas. Así nació la idea de “A y C” como nombre definitivo para la revista.
Hoy en día muchos espacios y publicaciones se denominan con siglas, basta con ver cualquier grilla de programas televisivos.
Algunos agradecimientos
Como es de suponer varias personas pasaron por nuestra publicación y muchas de ellas dejaron su huella, su aporte, sus ideas para mejorar un producto que siempre preparamos con gran esfuerzo y, por sobre todo, con mucho cariño. La revista estaba ayudando a construir en todo el NOA y eso nos empujaba a ser cada día mejores.
Quisiéramos agradecer el trabajo que realizaron diferentes imprentas, comenzando por El Gráfico (su dueño Benjamín Loza fue el primero en confiar en nosotros) y concluyendo con la Imprenta A4. En medio hubo otras, pero no quisiera dar nombres porque, como bien dice Borges, en todo listado lo primero que se nota son las faltas; es decir, los olvidos momentáneos.
Fue muy importante la tarea de nuestros diseñadores, que también fueron muchos a lo largo de cuatro décadas y la de quienes tomaron la responsabilidad de cubrir ciertas secciones. Análisis de Costos, como es de imaginar en un país de economía tan cambiante como es el nuestro, fue una de las más conflictivas, pero siempre dimos buena información gracias al profesionalismo del Arq. Rolando Saksonoff que se hizo cargo de ella.
Otro tanto sucede con la sección de Mano de Obra, a cargo del Arq. Sergio Lobos; y a las Tablas de Incidencia de Materiales y Mano de Obra, que mes a mes nos brinda el Arq. Guillermo Fabián, que también es el responsable y creador de nuestra página llamada Albino, en clave de comic.
Reconocimiento
Pedimos disculpas a los cientos de nombres que deberíamos mencionar aquí; pero eso sería como hojear una interminable guía telefónica. Ya dijimos: todos dejaron su huella imborrable, desde los imaginativos diseñadores que fueron cubriendo diferentes etapas, hasta los colaboradores que nos acercaron temas a tratar, obras a publicar y anunciantes a incluir.
Y, como síntesis de esos colaboradores verdaderamente generosos, basta decir tres nombres que sintetizan e incluyen a todos los demás: Clorindo Testa, César Pelli y Eduardo Sacriste.
Esto continuará
Vivimos un tiempo en el que, lamentablemente, cada vez se lee menos; por eso es la brevedad de este texto. Pero también es comprensible que así sea ya que los nuevos modos de difusión sobrecargan de información las redes sociales, y no hay tiempo para consumirlo todo.
Sirva esto como justificativo por aquellos nombres que pudieron mencionarse aquí, y no se hizo. Nuestro agradecimiento para todos es y será eterno.
Carlos G. Groppa dice
Como puedo comunicarme con el arquitecto Guillermo Fabian?
Camilo Ramos Gatti dice
Hola Carlos, te paso su mail [email protected]
Saludos.