El anterior Cristo Bendicente, inaugurado en 1942, le fue encargado al escultor tucumano Juan Carlos Iramain. Su entorno fue concebido con un diseño espontaneo y sencillo, una escalera de acceso al Cristo, adaptada a las fuertes pendientes que el terreno presenta, donde los escalonamientos y desniveles permiten el aprovechamiento de las vistas panorámicas.